sábado, 21 de marzo de 2020

Reseña "Ori and the blind forest"



Vamos esta vez con la reseña de un vídeo-juego.
Se trata del primer "Metroidvania" que juego (término que no había oído nunca hasta que me encontré con Ori, y que se usa para denominar un género de vídeo-juegos de plataformeo no lineal), y la verdad es que después de este creo que va a pasar tiempo hasta que vuelva a tocar otro.
No porque sea malo o poco disfrutable (no lo es) sino porque creo que como siga con este tipo de juegos muy a menudo me arriesgo a que me explote una arteria de la cabeza por un ataque de nervios.
Este tipo de juegos también se caracterizan  porque normalmente empiezas con un personaje al que poco a poco le vas consiguiendo "power ups" (véase doble salto, pisotón, etc) a la vez que los niveles se van haciendo cada vez más complicados y requiriendo cada vez de mayor habilidad.
Bajo esa premisa es bajo la que se mueve "Ori and the blind forest", un juego de un estudio independiente como es Moon Studios y que a pesar de no contar con el presupuesto de otras obras consigue hacerse muy adictivo y sobretodo bonito de jugar. Sin entrar demasiado en detalle, el juego presenta a una criatura llamada Ori, de la que he quedado completamente encandilado, que se ve separado de su hogar y que, con la compañía del hada Sein (que me ha recordado demasiado a Navi de Zelda) deberá devolver la luz y salvar el bosque donde vive de las garras de Kuro, que ha robado dicha luz.

Viendo primero los aspectos positivos, lo más evidente de "Ori and the blind forest" es como ya he comentado, lo increíblemente precioso que es, tanto en el apartado musical y visual. Parece una película del estudio Ghibli llevada a vídeo-juego, pudiendo llegar a ser disfrutable tan solo por el apartado estético incluso si no eres demasiado afín a este género. Esto, añadido a que a poco de comenzar el juego ya te han clavado una puñalada en el corazón, con la historia y los personajes que te presentan, que a más de uno sacará una lagrimilla, hace que quedes completamente encantado con Ori a los pocos minutos.
 Además de esto, el juego se siente extremadamente fluido al jugarlo, tanto por las mecánicas de movimiento como los pasos entre niveles y la originalidad de estos (el juego apenas tiene pantallas de carga, y el mapa está completamente abierto, pudiendo ir desde el principio hasta el final del tirón cuando lo terminas).  No se hace pesado, y tiene la duración adecuada como para que lo finalices justo antes de que pueda empezar a parecerte repetitivo (yo lo he terminado en unas 8 horas aprox).

Respecto a los aspectos negativos, hay algo que me ha destacado por encima de todo lo demás. Si hace un momento decía que se ve fluido en cuanto a la historia y los niveles, hay algo que rompe esta fluidez, y es la repetición constante de ciertos puntos de la trama debido a su dificultad, que hacen que mueras una y otra y otra vez, hasta que te dan ganas de romper la pantalla del ordenador y llorar a partes iguales. Quizás sea yo que no me desenvuelvo bien en juegos de este estilo , pero hay ciertos lugares en los que si no he muerto treinta veces, no he muerto ninguna. Estos puntos se basan principalmente en tener buenos reflejos y en no cometer ni un solo error, en cuyo caso tendrás que volver a empezar, lo que se hace frustrante cuando llevas media hora sin avanzar, y le quita la "epicidad" que podía tener en un principio.

Resumiendo, "Ori and the blind forest" es un juego más que disfrutable, que destaca sobretodo por lo bonito que es y con una historia que lo hace apto para todos los públicos. Y si además, tenéis más paciencia que yo y sois mejores jugando, desde luego os va a encantar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario